jueves, noviembre 17, 2005

SAN JODOROWSKY SANADOR













Bruno Marcos

Seguramente el error sea sacar a Jodorowsky de la seminvisibilidad. En petit comité, a altas horas, secretamente, seduce.
Por hacer caja –supongo- recibe a la multitud; pero la multitud va más allá que él. Su combinación de humor, vanguardia y psicoanálisis se queda corta frente a quien le pregunta por qué hay tantos huracanes y terremotos últimamente.
Entra sonriendo, esparciendo su buen karma, cuenta que pasó de la ansiedad a levitar en sí mismo sin sí mismo. Pero a la gente no le importa, desean ovacionarlo, tocarlo, sanarse. Todos se sienten enfermos y quieren –exigen- ser curados aunque no sepan para qué. Con verdadera acritud se reivindican como enfermos sociales en una suerte de espasmo narcisista. En el fondo, el psicoanálisis es eso: inventarse a uno mismo en una narración justificativa y automitificadora con falso aspecto de diálogo.
Una mujer se levanta. Por dificultades acústicas repite –con tono de reproche- que lleva tres años intentando ponerse en contacto con el mago. Dice que toma pastillas y que no soporta el ruido. Jodo la interroga dulcemente y, al final, se descubre que el ruido que más la molesta es uno que no existe, es decir el silencio. Nadie lo explica, se deduce que lo que teme es oír algo –voces- cuando sólo hay silencio, que a lo que tiene pánico es a estar loca. Con una veleidad la cura. Magistral: ... que se meta en su dormitorio con diez amigos que empiecen a hacer ruidos desproporcionados. No era necesario que lo dijera, se entendía, quedaba en el aire: la locura es real... estás loca... admítelo...
Aunque sólo esboce algunos rudimentos que cualquier hindú de a pie maneja no es desdeñable su ascendiente, que sea recibido como un Jesucristo* pues ante él se aparece, nada más y nada menos que el inconsciente colectivo.

*El poder de la sugestión es bien conocido, no en vano cuentan que los paralíticos curados por Jesucristo, pocos minutos después de abandonar este la escena, se desplomaban en el suelo, y que los ciegos sanados perdían la vista, otra vez, inmediatamente.

15 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hodie mihi,cras tibi

noviembre 17, 2005 5:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Los sentimientos no mienten nunca. Pueden equivocarse,pero no mentir.

noviembre 17, 2005 5:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

tu fe te ha curado.Levántate y anda.

noviembre 17, 2005 5:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

yo también volví a la tumba

noviembre 17, 2005 5:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cómo llenarte, soledad
sino contigo misma.L.C.

noviembre 17, 2005 5:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

no despiertes al esclavo,porque quizá esté soñando que es libre.

noviembre 17, 2005 5:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

capitalismo y esquizofrenia

noviembre 17, 2005 5:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Para más info consulte el Next Blog

noviembre 17, 2005 5:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Necesitamos que nos salven del silencio lleno de ruidos,de la cordura,de los vecinos que tararean el single de Madonna,de los escritores de blogs que no lee nadie y de los nadie que leen a los escritores de blogs necesitamos una dulce mentira , necesitamos al Mago.

noviembre 17, 2005 5:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

necesitamos más silencio .Cállate de un puta vez.

noviembre 17, 2005 5:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cuando los dioses quieren perderte,primero te vuelven loco.
Buda

noviembre 17, 2005 5:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

se ha publicado en libro uno de los primeros blogs:mi vida perra de Almudena Montero

noviembre 17, 2005 5:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

la psicomagia se inventó para que alguien recordase su soledad

noviembre 17, 2005 5:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

que al de R. le den más horas

noviembre 17, 2005 6:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

y se la quiten al de P

noviembre 17, 2005 7:39 p. m.  

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